domingo, 9 de mayo de 2010

AUN TE RECUERDO



Aun recuerdo tu voz,
Levantándome en las mañanas para ir a la escuela,
Aun te escucho decir,
Apúrate!, vístete rápido que se te hace tarde,
Aun te puedo ver,
Parada en la cocina haciendo el desayuno.
Aun recuerdo las noches,
Que me abrías la puerta cuando llegaba tarde,
Aun te escucho,
Enfrentar a mi padre, pues no estabas de acuerdo,
Aun veo tu sonrisa,
Esa que me regalabas después de la discusión.
Nunca te escuche quejarte, nunca te vi enferma,
Siempre estabas ahí, dispuesta a todo,
No recuerdo alguna vez, haberte visto enojada,
Tal vez si lo estuviste, pero bien que lo disimulabas,
Eras el perfecto equilibrio a los disgustos de mi padre.
Aun recuerdo verte en ese cuarto de hospital,
Donde estuviste tantas noches,
La Navidad, el Año Nuevo, el día de Reyes,
Los pasaste en ese hospital, no hubo celebraciones,
Te veías tan mal, aun lo recuerdo, parecías morir.
Pero Dios nos hizo el milagro, y mejoraste un poco,
Lo suficiente para poder ir a casa, y entonces sí,
Vinieron las celebraciones atrasadas, los regalos guardados,
Las cenas que no se habían preparado,
Los brindis que no se hicieron, las copas levantadas.
Y así siguieron pasando los días, y llego mayo,
Día de las Madres, el 10 de mayo,
Te veías delicada, pero con la suficiente fuerza para celebrar,
Y te festejamos, abriste regalos, acariciaste a los nietos,
Todos te abrazamos y te besamos, y tú sonreías,
Aun recuerdo tu cara ese día, tras de tu rostro enfermo,
Se veía una sonrisa, estabas feliz, todos los estábamos,
Y por un momento, olvidamos que estabas enferma.
Y pasaron algunos días, llego el día 19 de ese mes de mayo,
Yo me encontraba enfermo,
Todavía tuviste fuerzas para poder inyectarme,
Me pediste que no me fuera, que me quedara adormir,
Yo me negué, no sé porque lo hice,
Sin saber que esa noche, seria la ultima que te vería.
Al día siguiente, 20 de mayo, llegando al trabajo,
Me dicen que tengo una llamada telefónica, que es urgente,
Aun escucho su voz, era mi hermana, lloraba en el teléfono,
Mi mama!, que pasa, le pregunte, Mi mama! Se murió mi mama!,
No recuerdo si le conteste algo, solo recuerdo haber salido,
Me fui rumbo a su casa, entré, todos lloraban,
Donde está! pregunté, Ya se la llevaron, me dijeron,
Y ya no te pude ver hasta llegar a la funeraria.
Aun lo recuerdo,
Yo me asomaba a ese ataúd, pero no eras tú quien estaba allí,
Aun hoy me pregunto,
Que hacia esa mujer ahí, ocupando el lugar que te correspondía.
Aun te recuerdo,
Siempre sonriendo, siempre alegre, siempre amable,
Aun te puedo ver,
Buscando el lado bueno de las cosas, cuando iban mal.
Aun escucho tu voz,
Diciendo mi nombre, llamándome a tu lado,
Aun recuerdo tu rostro, el verdadero, no el que estaba ahí.
Aun me duele,
Todavía lloro cuando te recuerdo, cuando hablan de ti.
Aun te amo,
Como no hacerlo, si sigues viviendo en mi corazón,
Aun te llamo,
Aun te busco, aun te necesito.
Aun te recuerdo,
Como me haces falta… Mamá.
Itzcuauhtli

1 comentario:

  1. Hermano, no había leído este poema, se me ha erizado la piel, se me nublaron los ojos, y te quise apretar fuerte, muy fuerte, contra mi pecho. No puedo sustituir a una madre, es un amor inmenso innombrable, pero tienes en mi todo el amor sincero de una hermana y para siempre...

    Besos

    ResponderEliminar